Que un niño aprenda a ir al baño es una de las tareas más complejas que nos tocan a las mamás en los primeros años de vida de nuestros hijos.
Para serles honestas, con mi hija no fue tan terriblemente difícil. Por supuesto de vez en cuando tuvimos accidentes pero los puedo contar con los dedos de mis manos.
Les quiero compartir las dos estrategias que seguí para este entrenamiento.
1. Esperar a que el momento de iniciar el entrenamiento llegue naturalmente
Este creo que fue el factor más importante del éxito. Nunca la forcé, nunca fijé una fecha de meta para iniciar. Yo simplemente iba al baño enfrente de ella para que viera lo que uno hace en un inodoro y al tener 2 años con 8 meses ella empezó a sentirse curiosa por copiar a su mamá.
Aquí empezó el tip #2.
2. Motivación
Encontré en internet dos ilustraciones de un personaje de pipí y otro de popó. Imprimí uno en cada hoja y los emplastiqué. Luego compré hojas de Foammy de sticker y los corté en cuadritos pequeñitos. La idea era que cada vez que fuera al baño en el inodoro, ya sea para #1 o #2, poníamos un sticker en la hoja correspondiente. Parte de lo divertido era escoger el color de foammy que colocaríamos en ese momento. ¡Esto le encantaba! A veces me pedía ir al baño solo para ver si algo salía y así tener un sticker.
El método de castigo era ligero también. Cuando ya estaba bastante avanzado el entrenamiento y aún así no iba al baño, yo le decía "mami está enojada". Por ser mi hija una niña sensible, esto era castigo suficiente, no había nada peor a que yo le dijera que estaba enojada. Gracias a Dios no tenía que llegar a más.
En este video mi propia hija les explica cómo funcionaba esta dinámica:
Aquí pueden descargar las imágenes de los personajes de pipí y popó:
Personajes de pipí y popó
-Any-
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