El libro "La Última Lección" (The Last Lecture) de Randy Pausch trata sobre un catedrático universitario con cáncer terminal y le dan la oportunidad de dar una última conferencia. Él decide hacerla acerca de vivir una vida de calidad y no sobre ningún tema académico o técnico de su profesión. Si no lo han leído, lo recomiendo muchísimo ya que es un caso real. (O pueden ver el video dando click aquí). Este libro lo leí un par de años antes de que naciera mi hija y una de las anécdotas que más recuerdo que él compartió, es que al final del día, cuando acostaba a sus hijos a dormir, siempre les hacía estas dos preguntas: "¿Cuál fue la mejor parte de tu día?" y "¿Cuál fue la peor parte de tu día?". Esto se me quedó grabado y me dije a mi misma que lo haría al tener hijos.
Yo le hice un par de modificaciones a las preguntas, pero les comparto las que le hago a mi hija al final del día. Muchas veces no me contesta nada, a sus cortos tres años en realidad todavía le cuesta identificar lo más relevante de su día, ya sea negativo o positivo. Pero no importa, aunque se tarde mucho tiempo en lograr darme respuestas específicas, la idea es que ella empiece a tener procesos de reflexión sobre sus emociones y reacciones.
1. ¿Qué aprendiste hoy?
Al empezar con esta pregunta hacemos que de hecho sigan aprendiendo. En Psicología Educativa hay un término muchas veces difícil de comprender, y es: Metacognición. Básicamente consiste en pensar sobre los propios pensamientos. Yo sé, suena a algo sin sentido, pero en realidad eso es, reflexionar sobre lo que ocurre en la propia mente. Al preguntarle a un niño qué aprendió, cómo lo aprendió, cómo se sintió cuando lo aprendió y hasta preguntar cómo hubiera podido aprender mejor, estamos desarrollando habilidades metacognitivas y de autorregulación de su propio aprendizaje. Ambas habilidades les serán muy útiles cuando tengan qué enfrentar lecciones más complejas en la adolescencia y etapa adulta.
2. ¿Qué te puso triste hoy?
Suena a algo que no queremos enfrentar. Sin embargo cuando hacemos esta pregunta, aprendemos a conocer mejor a nuestros hijos y de paso poder apapacharlos si todavía están tristes. Es una importante validación del apoyo que uno como padre está dispuesto a dar cuando todo sale mal. Cuando le hago esta pregunta a mi hija me he dado cuenta que a veces la puso triste algo que yo hice o dejé de hacer sin darme cuenta. A veces son cosas pequeñas que puedo fácilmente corregir, pero si no le hubiera hecho esta pregunta quizás no le hubiera dado importancia y seguiría cometiendo las mismas faltas.
3. ¿Qué te hizo feliz hoy?
¡Qué mejor que terminar con la pregunta más positiva! Estoy segura que no tengo que explicar por qué es importante hacerla al final del día, pero lo más interesantes es que podremos identificar las cosas que han sido más relevantes para el niño durante el día y así sabremos qué es lo que lo hace más feliz.
-Any-
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