Algunas veces vemos pequeños
pegando de gritos y los padres haciendo hasta lo imposible para que se sienten
en el regazo de Santa.
Probablemente en la mente de
nosotros los adultos el pensamiento es: ¿Pero por qué no quiere? ¡Es solo un
segundo! ¡La foto no será la misma si yo lo cargo!
¿Y qué pasará en la mente de nuestros
peques? Generalmente de los 6 meses al año
de edad los bebés presentan angustia y miedo a la separación de sus padres y también
a las caras desconocidas. A esto agreguemos una cara con una gran barba y un
gran gorro que seguramente son nuevos para el bebé.
Del año de edad a aproximadamente
los 4 años presentan miedo a los disfraces (payasos, mimos, Santa Claus). Es un
miedo normal y válido en nuestros pequeños.
No es justo forzarlos a tomarse
una foto con el personaje al que le temen. Y menos
justo aún es invalidar sus
sentimientos. Imagina que tú tienes un
miedo terrible a las arañas, alguien te pone una araña en la cara y ante tu reacción
te dicen cosas como: “No es para tanto” “No hace nada” “¡Qué exagerada!” “¡No
llores!”.
Es importante que le expliques
previamente a tu peque quien es Santa, familiarízalo con el personaje, pero
nunca lo obligues a acercarse a él si no quiere.
La foto con Santa Claus se puede tomar con tu bebé en tus brazos o en tu
regazo, brindándole la seguridad que necesita. Y aceptémoslo, la foto con Santa
no es lo PRIMORDIAL en Navidad.
Soy fiel creyente que a los hijos
hay que criarlos y tratarlos como uno quisiera ser tratado.
¡FELIZ NAVIDAD!
-Jenny-
Excelente artículo
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